¿Quieres disfrutar de croquetas crujientes por fuera y tiernas por dentro sin el exceso de aceite? Descubre cómo hacerlo fácilmente con tu freidora de aire y evita los contratiempos al morder la primera croqueta.
Crujientes por fuera y tiernas por dentro es como nos gusta que queden las croquetas. Hoy te mostramos la guía que debes seguir para prepararlas en cuestión de minutos con la freidora de aire y evitar posibles decepciones al dar el primer mordisco.
Disfrutar de nuestros platos favoritos no está reñido de ninguna forma con que sean sanos. Y uno de estos platos icónicos son las croquetas. Nos encanta devorarlas pero, al ser fritas en aceite, tendemos a reducir su consumo. En este aspecto la airfryer se convierte en nuestra mejor aliada, ya que evita ese baño en aceite. Se convierten en un alimento algo más saludable, pero debemos pillar el punto exacto para que queden crujientes al utilizar este electrodoméstico. Porque lo que distingue a una buena croqueta es esa cremosidad por dentro y un exterior bien crujiente, pero cuando damos el primer bocado a veces el interior es una masa cruda y fría que se lleva consigo toda la magia. No desesperes, sabemos que existen riesgos al hacer las croquetas en la airfryer, pero te daremos indicaciones para que cuando las prepares disfrutes del mejor resultado posible.
A tener en cuenta antes de comenzar a cocinar:
Modelo de nuestra freidora de aire: cada una es un mundo. Tiene sus temperaturas o sus tiempos determinados, por lo que es importante conocer bien la nuestra, tener en cuenta sus características y hacer varias pruebas.
Cantidad de croquetas: si las croquetas se apilan una encima de otra, no se cocinarán de forma adecuada. El número de croquetas que pongamos es importantísimo si queremos dejar espacio entre cada una de ellas. Debemos tener paciencia y distribuirlas adecuadamente por la bandeja.
El tamaño: cuando las croquetas son pequeñas, se cocinan más rápido que aquellas que tengan un mayor tamaño.
Tipo de croqueta: si son caseras o del super, que se hayan congelado o no, son cosas que también influyen en el resultado final. Ahora te contamos cómo cocinarlas en función del tipo de croqueta escogido.
Cómo hacer croquetas en freidora de aire
Precalentamos la freidora de aire a unos 200º C.
Cuando tengamos hechas las croquetas, las colocamos en una bandeja bien distribuidas y sin que se amontonen o peguen. Rociamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Damos unas cuantas vueltas a las croquetas para que el aceite se esparza bien.
Cocinamos durante 7 minutos aproximadamente a 200º C y en función del nivel de dorado que te guste, puedes sacarlas a los 5 minutos. En el caso de que no estén bien tostadas, puedes calentarlas durante dos minutos más. Retiramos las croquetas de la airfryer y comprobamos el punto de cocinado.
Tal y como hemos hecho en el apartado anterior, precalentamos la freidora de aire a 200º C.
Retiramos las croquetas del congelador, las colocamos en una bandeja bien separadas y añadimos un chorrito de aceite. No es necesario descongelarlas de ninguna forma. Las cocinamos durante 10 minutos también a 200º C.
Rociamos con aceite las croquetas ya colocadas en la bandeja. Nos aseguramos de que el aceite llegue a todos los lados de las croquetas.
Programamos la airfryer entre 195º C y 200º C, y cocinamos durante 15 minutos aproximadamente. En función de la temperatura a la que hayamos programado la freidora de aire, dejaremos más o menos tiempo las croquetas dentro del electrodoméstico. Además, debes elegir el punto de tostado que más te guste.
Para preparar estas croquetas es necesario hacer lo mismo que en las opciones anteriores, esparcimos un poco de aceite de oliva sobre ellas. A continuación, programamos 15 minutos a una temperatura de entre 195º C y 200º C.
Otro aspecto esencial para que el resultado sea óptimo, independientemente del tiempo o de la temperatura, es la calidad de las croquetas. Si tienen baja calidad, probablemente nunca conseguiremos la calidad que estamos buscando. Esto no quiere decir que no se pueda cocinar una croqueta de supermercado en condiciones, ya que tan solo tendremos que pasar de nuevo las croquetas por harina o un huevo batido. Con este paso lograremos que el exterior de las croquetas adquiera mayor grosor y consistencia, protegiendo la forma de la croqueta y evitando que pierda su forma. Para todas las opciones de croqueta que hemos dado, es esencial que movamos bien la rejilla a mitad de la cocción para que así se cocinen de forma homogénea.
Las croquetas siempre son un gran recurso para comer en casa, y más aún si tenéis peques. Recordad que tenemos en el blog el artículo de cómo hacer croquetas perfectas. Aquí lo tenéis lo más completo posible, para que os salga genial siempre.