La micromovilidad en España, un auge que demanda regulaciones

La movilidad en las urbes españolas está viviendo una auténtica transformación. Cada vez son más los ciudadanos que optan por medios de transporte alternativos como bicicletas eléctricas, patinetes y VMP, impulsados por las restricciones al tráfico contaminante y la apuesta por medidas que priorizan a los peatones.

Según un estudio de Bolt, plataforma de movilidad presente en España, nuestro país se sitúa entre los europeos con mayor incremento de viajes en patinete eléctrico, especialmente en ciudades como Zaragoza, Oviedo y Málaga.

Este cambio de tendencia también se refleja en el uso del VTC y el taxi, con un aumento del 21% en la demanda durante los fines de semana de 2022, principalmente los sábados. Esto indica que los usuarios prefieren este tipo de vehículos para sus momentos de ocio.

El auge de la micromovilidad en España es un hecho indiscutible. Sin embargo, este crecimiento debe ir acompañado de un marco regulatorio más robusto que garantice la seguridad de todos los usuarios, tanto conductores como peatones. Es necesario establecer normas claras sobre circulación, velocidad y zonas de uso para evitar accidentes y fomentar una convivencia armoniosa en las calles de nuestras ciudades.

Zonas peatonales: Limitar o prohibir el acceso de VMP a zonas peatonales para garantizar la seguridad de los peatones.

Velocidad máxima: Fijar límites de velocidad adecuados para cada tipo de VMP y zona de circulación.

Uso del casco: Obligar al uso del casco en determinadas circunstancias, como en vías interurbanas o para menores de edad.

Conducción responsable: Promover campañas de concienciación sobre la conducción responsable de VMP, respetando las normas de circulación y los derechos de otros usuarios.

Infracciones y sanciones: Definir claramente las infracciones relacionadas con el uso indebido de VMP y establecer sanciones proporcionales.

Vehículos homologados: Asegurar que todos los VMP que circulen por las calles cumplan con los requisitos técnicos y de seguridad establecidos.

La implementación de estas y otras medidas regulatorias permitirá que la micromovilidad siga creciendo en España de manera segura y sostenible, beneficiando tanto a los usuarios como al medio ambiente.